El gol con el que Zlatan Ibrahimovic nos deleitó el pasado domingo frente al Livorno es de auténtico fenómeno. Y es que ese toque sutil en carrera por encima del portero está al alcance de muy pocos jugadores en el mundo. De echo, em mi humilde opinión, el sueco es el jugador de más talento puro del Calcio, junto a Totti i Kaká, y nos da muestras de ello a la mínima que puede, ya sea en alguna jugada increible o con algun gol estratosférico. Son muchos los que comentan que si tubiera más gol seria un jugador muy parecido a el mítico Van Basten, pero sinceramente creo que con más gol seria mejor que el holandés, sino lo es ya. Lo que más sorprende, es que pese a su portentoso físico (1.92 cm), posee una velocidad y un control del balón perfectos. Empezó jugando en su Suecia natal con el equipo de su ciudad, el Malmöe, hasta que los grandes ojeadores del Ajax se fijaron en él y le ficharon. En el Ajax demostró su valía, contra defensas frágiles, que él mismo se encargaba de destrozar con su abanico de driblings. En el equipo de Amsterdaam nos dejó goles para emmarcar y jugadas espectaculares. Después de cuatro exitosas temporadas en Holanda, fichó por la Juventus. Lo difícil era triumfar en una liga como el Calcio, que si por algo destaca es por la contundencia y seguridad de sus defensas, y que hacía presagiar que Ibrahimovic lo iba a pasar mal. Pero no fue así, y fue poco el tiempo que Zlatan necesitó para demostrar su gran calidad. Actualmente forma una dupla atacante realmente temible junto a Trezeguet, con el que se entiende a la perfección. Lo mejor de todo es que solo tiene veinticuatro años. Así pues, tenemos Ibrahimovic para rato...
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