Guti, más sombras que luces

El caso de Guti en el Madrid es de esos casos difíciles de entender. Un jugador que completa un partido bueno por cada tres malos, y que en sus 14 años en la primera plantilla del equipo merengue, ha sido decisivo en contadas ocasiones. De echo, en más de la mitad de su trayectora en el equipo blanco ha sido suplente. Pese a eso, hace un par de temporadas firmó un contrato vitalicio con el club, que le mantendrá en el mismo hasta su retirada. Un gran talento de futbolista, sin duda, pero a la vez uno de los casos más flagrantes de irregularidad. En definitiva, lo que diferencia un gran jugador de un crack.

Este año, todo hacía presagiar que Guti sería suplente indiscutible, y más teniendo en cuenta que el Madrid ha confeccionado una de las mejores plantillas (como mínimo en cuanto a jugadores) de los últimos años. Pero sorprendentemente, este año Guti está jugando más que en muchos otros inicios de temporada con plantillas bastante inferiores a la actual. Y eso, desde el punto de vista de un culé es positivo. Y no quiero decir con eso que Guti no tenga nivel para el Madrid, al contrario, de calidad le sobra. Pero es de esos futbolistas de fácil desconexión, que abandona los partidos con facilidad y que en muchas ocasiones muestra una actitud apática y de dudosa implicación con su equipo. Eso por no hablar de sus constantes cruzadas de cables. Sin ir más lejos, en el partido de ayer frente al Alcorcón (aunque dicho sea de paso, no era para menos). Un jugador problemático, que este año, y pese a ser titular en la mayoría de encuentros, ya ha protagonizado algún que otro espectáculo (la bronca con Casillas en el Sánchez Pizjuan, sus constantes retrasos en los entrenamietos, la peineta que le dedicó ayer a los aficionados del Alcorcón, o el enfrentamiento que en la media parte de este partido se rumorea que tuvo con Pellegrini, al que habría mandado a tomar por c... cuando éste decidió sustituirle.

En fin, que Guti es un caso de difícil solución. Tiene 33 años y ni mucho menos da muestras de madurar, más bien lo contrario.

Al final tendrá razón Ramón Calderón cuando decía que Guti siempre ha sido la promesa blanca que nunca ha acabado de explotar,...